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A(r)mar cuerpos tullidos.

Actualizado: 11 mar 2021

Sobre abismos, hospitalidades y estrategias de resistencia desde la re-presentación corporal.


Franny escucha una emisión sobre los lobos. Yo le

pregunto: ¿te gustaría ser un lobo? respuesta altanera:

"qué tontería, no se puede ser un lobo, siempre se es ocho

o diez, seis o siete lobos. No es que uno sea seis o siete

lobos a la vez, sino un lobo entre otros lobos, un lobo con

cinco o seis lobos". Deleuze y Guattari. Mil Mesetas.



Pensar el cuerpo es pensarse y pensarnos, pero que qué incluye ese sufijo “nos”. PensarNOS ¿sólo el género humano? ¿Qué es considerado humano? ¿A qué le otorgamos cualidad humana? ¿Una máquina? ¿Un animal? ¿Una cosa? ¿Hasta donde llega el límite de lo humano? ¿Hasta donde se extiende un cuerpo? ¿Mi cuerpo? ¿Nuestro cuerpo? ¿Los cuerpos…?


Escribe Silvia Federici en Calibán y la bruja: “(...) la primera máquina desarrollada por el capitalismo fue el cuerpo humano y no la máquina de vapor, ni tampoco el reloj” (2010: 201). La construcción de ese nuevo cuerpo que comienza en la baja Edad Media provoca que ya no se sea un cuerpo sino que se tenga un cuerpo, es así que el cuerpo se vuelve posesión individual, linde, frontera (Le Bretón, 2002).


Se parcela el cuerpo individual, se parcela el cuerpo social, se parcela el cuerpo geográfico.


Se parcela.


La concepción comunal de las tierras y de los cuerpos no es útil al incipiente capitalismo por tanto hay que cercar.


¿Qué entra en ese “NOS”? ¿Cómo caminamos hacia atrás? ¿Hacia los lados? ¿Hacia dentro-afuera y tratamos de abrir los cuerpos?

La máquina-cuerpo-moderno, racional, atomizada, jerarquizada precisa de un espacio-tiempo calculable y predecible ¿cómo se hace para ir al trabajo si las hojas de coca dicen que no debemos salir del hogar? Entonces hay que “ordenar” (eliminar) otros cuerpos de pensamiento, lo que Boaventura de Sousa Santos llamaría Epistemicidio.

Y se moldean los cuerpos, se los vuelve un útil, una herramienta y engranaje en la expansión del capital y la generación de plusvalía:


En la sociedad moderna el cuerpo ha cesado de pertenecer a su propietario

para quedar reducido a un objeto capaz de responder a las exigencias del

sistema imperante: transformado en fuerza productiva, obediente,

rentable al máximo e instrumento de consumo (expuesto, vendido y

consumido como mercancía) (Cortés, 1996: 33).


Los hospitales, las cárceles, las escuelas, las fábricas, disciplinan, controlan, informan, someten los cuerpos (Foucault, 1978: 25-26). Y ya luego, la sociedad del control, los vuelve cifras, datos, números que son manipulados en todo momento y lugar (Deleuze, 2012)[1]. Pero también, en otras zonas este capitalismo avanzado ha producido lo que Zayak Valencia denomina “capitalismo gore”. Es decir un capitalismo cuya violencia sobre los cuerpos se ha vuelto tan excesiva que prima la materia desmembrada, la sangre y los crímenes:


Dentro de éstas, los cuerpos son concebidos como productos de intercambio

que alteran y rompen el proceso de producción del capital, ya que subvierten

los términos de éste al sacar de juego la fase de producción de la

mercancía, sustituyéndola por una mercancía encarnada literalmente

por el cuerpo y la vida humana, a través de técnicas de violencia extrema

como el secuestro, la venta de órganos humanos, la tortura, el asesinato

por encargo, etcétera (Sayak, 2012: 84).


En una sociedad hiperconsumista aquellos cuerpos que no tienen nada que ofrecer al mercado ofrecen su propia carnalidad y la de otrxs como moneda de cambio. De allí que en los cuerpos se haya incardinado el sistema con sus violencias antropocéntricas, androcéntricas, capacitistas, liberalistas, coitocentristas, heteronormativas, racistas, nacionalistas... Y seguimos preguntándonos ¿qué es ese NOS?


¿Qué son los cuerpos? ¿Cuáles son las formas de los cuerpos? ¿Cuántos cuerpos entran en un cuerpo? ¿Cuáles son los límites de los cuerpos? ¿Qué pueden hacer los cuerpos? ¿Cómo se usan los cuerpos? ¿Cómo hablan? ¿Cómo se enferman? ¿Cómo se sanan? ¿Cómo bailan? ¿Cómo ríen?


Dentro de las corporalidades de(s)veladas hay una fuerte remanencia de algo que tal vez tenga que ver con un impulso anhelado, vital, vertiginoso. Subyacen corporalidades que a-parecen marcadas de antemano, o prohibidas, o veladas, o no recomendadas. Interseccionadas por diversas circunstancias, las (re)presentaciones no normativas de lo nuestro -de nuestros géneros, de nuestros deseos sexo-afectivos, de nuestros im-pulsos-, vienen a posicionarse, a a(r)marse, a reclamarse, a saberse existentes; o sea a permitirse ser, a gozarse.


El placer de descubrirnosNOS, nos implicó y cuestionó fuertemente. La búsqueda, difícil pero gozosa, ha sido sorprendida, ha sido manifestada… está siendo a(r)mada.

Las páginas venideras son el resultado de unas extensas charlas que se originaron en un curso-taller llamado: “Cuerpos tullidos. Activismo desde los márgenes de la re-presentación corporal”[2] donde nos preguntamos muchas de estas cosas.


Y seguimos preguntándonos con distintas partes de los cuerpos


y con los espacios entre NUESTROS cuerpos.


Melissa Gregg y Gregory Seigworth afirman que “… los cuerpos se definen no por un envoltorio epitelial externo u otro límite, sino por su potencia para devolver o co-participar en el pasaje de afectos (2010: 2)[3]. Este libro es la expresión de esa afección, NOS afectamos, NOS atravesamos y NOS abrimos en esto, que es una polifonía de nosotres. Sentipensando, desde un enfoque interdisciplinario e interseccional, cómo son construidos los cuerpos en tanto que anormales, desviados y/o enfermos, cómo son atravesados por los organizadores sociales (raza, clase, género, discapacidad, etc). DesarmándoNOS los ojos para mirar el punto ciego del sistema, para resistir desde lo tullido que le hace la contra a un régimen que hace rato que se necroempodera. Este es un ensayo de doce lobxs por intentar construir formas de hospedar a otros cuerpos dentro, de estar, de ser un solo y plural aullido de un/xs cuerpo/s.


***


Desde los abismos de todo esto, desde esta jauría intranquila, desde estas tullideces conformantes y confirmantes, a(r)mar cuerpos tullidos, se afirma en interrogativa a(r)matoria. Interrogativa en donde amar (en conjunción y diferencia), armar (a la manera de re-componer, ensamblar, acoplar) y armar (en el sentido de arsenal y batalla), se dan cita aquí.


AcoplándoNOS, diferenciándoNOS, re-componiéndoNOS, conjugándoNOS, batallándoNOS y ensamblándoNOS; a(r)mamos este espacio y estos escritos teóricos-visuales-interrogativos. Nos despedazamos y nos compartimos durante 6 intensidades: seis sesiones que hospitaron nuestra esencia, nuestra resistencia, nuestro temple, nuestra re-presentación. Seis instantes que se fugaron como de las manos se fuga un puñado de arena… o todo eso im-posible de retener.


Im-posible de retener porque quisiera con-vertirse en fuerza y potencia.


Tullidxs, re-presentadxs en cada momento por todo eso que NOS atraviesa: las pasiones y las razones, las opresiones y los intentos de des-atarnos de eso.


Los relatos que traemos, acarreamos, arrastramos de nosotrxs mismxs, junto con lo que creemos es nuestra historia, nuestras pequeñas y misteriosas verdades: re-presentaciones que están intervenidas e interferidas por esos relatos. Re-presentaciones tullidas, físicas y verbales. Re-presentaciones tan hastiadas de la orfandad, como conocedoras de los mejores placeres. Eso que recordamos, eso que creemos saber… pero sabemos que no sabemos. Eso que buscamos, eso que ponemos en duda, eso contra lo que nos resistimos.


Eso desde donde resistimos.


Desde esta interrogación, desde este des-conocimiento profundo, verdadero, tullido, físico y relatado, venimos a a(r)mar.






Notas

[1] “Es un capitalismo de superproducción. Ya no compra materias primas y vende productos terminados: compra productos terminados o monta piezas. Lo que quiere vender son servicios, y lo que quiere comprar son acciones” (Deleuze, 2016: párr.8). [2] Curso de posgrado llevado a cabo en el Departamento de Artes Visuales perteneciente a la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes. UNSJ. [3] “bodies defined not by an outer skin-envolope or otre Surface boundary but by their potential to reciprocate or co-participate in the passages of affect” [traducción al español de las autoras].





Obras citadas:


Cortés, J. M. (1996). El cuerpo mutilado (La angustia de muerte en el arte). Valencia: Generalitat Valenciana.

Deleuze, G. y Félix G. (2004) Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. España: Pre-Textos.

Deleuze, G. (13 de agosto de 2014). Post-scriptum sobre las sociedades de control. Recuperado el 22 de junio de 2016, de Polis, n*13, 2006: https://polis.revues.org/5509

Federici, S. (2004). Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria. Madrid: Traficante de sueños.

Flores, V. (junio 2011). Industrias del cuerpo. Ficciones feministas, fábulas epistemológicas y políticas del desacato. En Tercer Circuito Disidencia Sexual: “No hay Respeto”. Chile: Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual (CUDS).

Foucault, M. (1978). Microfísica del poder. Madrid: La piqueta.

-----------, M. (2002). La arqueología del saber. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.

Le Breton, D. (2002). Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires: Nueva Visión.

Seigworth, Gregory J. and Melissa Gregg. (2010). "An Inventory of Shimmers." Seigworth, Gregory J. and Melissa Gregg. The Affect Theory Reader. New York: Duke University Press, pp. 1-28.

Sayak, V. T. “Capitalismo gore y necropolítica en México Contemporáneo.” Relaciones Internacionales, No. 19, 2012. p. 83-102.





Para leer el libro completo y/o descargarlo:



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